Aunque la parte que esta semiasfaltada es la mas empinada, imagino que mas del veinte por ciento, es la que se puede hacer casi sin bajarse de la bici. En las otras zonas de la carretera sin asfalto, voy tan despacio y las pedaladas son tan espaciadas, que la rueda trasera gira en el aire, pierdo velocidad y tengo que echar pie a tierra, como los marineros al llegar a Puerto.
Para coronar este paso de montaña por el que no esta permitido que circulen camiones, ni caravanas, tengo que ir haciendo eses. Ocurre que a veces, las eses son tan grandes que sin querer enfilo hacia abajo. Aprovecho para tomar carrerilla y ganarle luego a la pendiente un par de metros mas. Es como hacer un puzzle. Colocas una pieza y quitas dos.
Pero con paciencia, tan importante en la bici como el aceite, llegue arriba y pude contemplar mi puzzle.
Vaya subidón revientapiernas desde el kilómetro 16 al 24…
Mucha suerte en tu viaje Álvaro, eres inspiración para mucha gente.
Conocí tu aventura a través de rodadas, página que sigo para preparar mi aventura en bici, hasta ahora siempre he hecho grandes rutas a pie.
Un abrazo, espero coincidir en la ruta contigo